¡Hola Multicubano!

Hace unos días revisaba mi app de notas del teléfono, en la que escribí horarios -al parecer imaginarios- para manejar mejor mi tiempo. Y digo imaginarios porque a pesar de mi determinación, las horas del día se me iban ‘volando’ y yo con un millón de cosas por hacer.

Mi mala gestión del tiempo llegó a su punto máximo durante la pandemia de la Covid-19. Y es que, antes de que el bichito maligno pusiera patas arriba el mundo, siempre andaba con prisas, pero el estar presencialmente en un trabajo creo que me obligaba a ser responsable.

Sin embargo, con dicho confinamiento, todo a mi alrededor se veían gris y por mucho que intenté mantener una rutina, mis jornadas estaban llenas de intentos: de empezar un nuevo proyecto, ser más saludable, aprender un nuevo idioma o simplemente regar las plantas…

El patrón se repitió por meses, hasta que un día conocí una palabra extraña que encajaba perfectamente con cómo me estaba sintiendo: Abulia. Si no te suena de nada, te explico que es una condición psicológica que hace referencia a la incapacidad de motivarse o ilusionarse a la hora de realizar cualquier tipo de actividad.

Cuanto más leía sobre los síntomas, más me identificaba con ellos y luego de darle mil vueltas al asunto, gracias a las consultas de ayuda psicológica de Multicuba pude confirmar mis sospechas.

Y como sé que la palabrita te intrigó, te cuento más. Esta condición puede ser desencadenada por una variedad de factores, y su origen a menudo es multifacético.