Tics nerviosos ¿Qué saber al respecto?

Autor: Emily Torres

¡Hola multicubano!

Hoy te traigo un tema bastante interesante y del que se no se habla mucho. Probablemente alguna vez has tenido un “tic nervioso” o al menos has estado cerca de alguien con uno muy evidente.

En mi caso, a cada rato cuando me siento sobrecargada el ojo derecho me parpadea de manera involuntaria, pero ¿por qué sucede esto? ¿hay formas de controlarlo?

Los tics son movimientos o sonidos involuntarios, repetitivos y de corta duración que realizan las personas, más conocidos como muecas o manías. Es importante conocer que existen tics transitorios y tics persistentes o crónicos.

Los primeros duran menos de seis meses y los segundos se diagnostican después de dicho tiempo. Algunos estudios revelan que son más comunes en la niñez que en la edad adulta y que hasta el 21% de los niños en edad escolar tienen tics, siendo más frecuentes en varones.

En la mayoría de los casos son transitorios, pero en los que persisten, se suelen exacerbar en la adolescencia y tienden a mejorar o estabilizarse en la adultez.

niño triste
Es importante que las personas (fundamentalmente los niños) que lidian con esto se sientan integrados.

No tienen una causa específica conocida, pero la ansiedad y situaciones de estrés pueden ser una posible respuesta, mientras que la genética es un factor de riesgo, que no determina.

No obstante, existen ciertos factores muy concretos, que se ha comprobado son responsables de la aparición de este trastorno, tales como: lesiones cerebrales, accidentes cerebrovasculares, infecciones cerebrales, intoxicación por determinados venenos y efectos colaterales de una cirugía.

Pueden clasificarse en:

Tics motores: Incluyen movimientos rápidos del cuerpo que duran menos de un segundo, como: parpadeos, encogimiento de hombros, estiramiento de brazos o piernas y la combinación de dos o más tics: gestos obscenos (Copropraxia) y gestos sexuales o imitación de movimientos de otras personas (Ecopraxia).

Tics vocales: Son sonidos aleatorios que la persona hace con su voz. Van desde gruñidos, carraspeos, olfatear, aclararse la garganta, hasta la repetición de las palabras y sonidos de uno mismo (Ecolalia), la repetición de la última palabra o frase que se haya oído (Palilalia) o insultos y palabras socialmente inaceptables (Coprolalia).

Aunque hay quienes dicen que no llevan tratamiento, desde la psicología se recomienda la psicoterapia cognitiva conductual para erradicarlos o controlarlos. Así como ejercicios de relajación y en casos severos, medicación.

Los niños que presentan tics no deben ser criticados o corregidos por adultos cuando los realizan, puesto que esto aumenta la ansiedad y produce el efecto contrario reforzando el problema.

En general, las personas que los padecen experimentan angustia y complejos al respecto, ya que se sienten observados y, en algunos casos creen que son objeto de burlas. Además, el hecho de sentir un movimiento repentino y brusco les resulta incómodo.

Personalmente creo que debemos ser empáticos cuando las personas tienen un comportamiento «diferente» e incluir lejos de juzgar o discriminar.

Y bien, multicubano por hoy dejo mi entrada matutina hasta aquí esperando haberte resumido y explicado bien el tema. Déjame saber en los comentarios si esta información te resultó interesante o si alguna vez has tenido un tic y de qué tipo. Los leo…

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