Cualquier persona puede enfadarse, eso es algo sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento adecuado, con la intención correcta y del modo idóneo, ciertamente no resulta tan sencillo.  Aristóteles

A veces, el enojo no puede evitarse, pero hacerlo de la mejor manera es algo que sí puede hacerse. Hoy dejo a tu consideración 5 claves para el manejo adecuado del enojo.

5 Claves para manejar bien el enojo de manera correcta

-RECONOCE que te has comenzado a enojar o te has enojado. Lo ideal es que puedas percatarte antes de que te domine esta emoción por completo y afecte considerablemente tu comportamiento. Un autoanálisis podría facilitarte identificar ante qué personas, situaciones o problemáticas te enojas con mayor probabilidad o facilidad, incluso ejercicios de introspección podrían mostrarte qué cambios en tu cuerpo te anuncian enojo. Obtén por ti mismo esta ventaja.

-TRATA de encontrar la causa de tu enojo cuando lo experimentas y distingue las que dependen de ti de las que no. Actúa rápido para captar la idea, creencia o actitud tuya que pudiera condicionar la aparición o el mantenimiento de esta emoción.

-OBSERVA cómo lo estás expresando. No te empeñes en reprimir tu enojo, en actuar como si nada estuviera pasando contigo, mucho menos te comportes como una persona “arrebatada”, loca o violenta. Intenta reflejar el enfado sin excesos en tu rostro, en tus posturas y gestos y los mensajes verbales.

-PREGÚNTATE cuánto tiempo permitirás que te acompañe esta emoción. Está muy claro que si no trabajas en el enojo podrías llevarlo contigo a otra relación y otro contexto. Esto sucede sobre todo cuando desatiendes claves anteriores, como la de intentar identificar la causa de tu enojo o la de realizar un autoanálisis o introspección emocional.