
“No hay problemas que no podamos solventar juntos, y muy pocos que podamos solventar solos”
-Lyndon Baines Johnson-
¡Hola multicubano!
Más de una vez he escuchado que nadie nació para estar solo, que el hombre por naturaleza es un ser social, que busca y quiere la compañía de personas afines a sus intereses y sentimientos. ¿Cómo sería o qué consecuencias tendría entonces no tener gente con quien hablar o con quien compartir?
Pienso en la amistad específicamente. ¿No adoras tener ese confidente de risas, dolores, retos, vergüenzas, sueños, silencios y hasta diferencias?
Sin duda, relacionarse con amigos constituye una etapa fundamental en nuestro crecimiento personal: los de la infancia, los del barrio, los que llegaron con la universidad, los que conocí en el trabajo o incluso los amigos de mis amigos.
Las compañías que nos rodean pueden determinar mucho aquello que somos. Por ello, la amistad es un aspecto relacional esencial, seguramente uno de los principales fundamentos de las sociedades, junto con la familia y la pareja.
Formar vínculos de amistad con otras personas es muy beneficioso para nuestra salud mental. Este tipo de relaciones debe tener como aspectos imprescindibles la confianza, el afecto, la lealtad, la simpatía y el respeto, por supuesto, de forma recíproca.


Tener amigos hace que nos sintamos integrados, nos aporta un gran valor emocional y por lo general nos ayuda a aumentar nuestra autoestima y motivación, principalmente cuando enfrentamos un nuevo reto o experiencia en la vida.
Compartir información íntima y privada, confiando en que no la van a revelar a terceros y van a escucharnos incondicionalmente, alivia parte del estrés, sobre todo cuando el origen del malestar está en otras relaciones íntimas, como sería el caso de un familiar o la pareja.
Además, depositar esa confianza en un amigo tiene un componente terapéutico muy importante, puesto que nos ayuda a superar momentos de gran dificultad. Muchas veces ni siquiera nos pueden proporcionar una solución, pero el hecho de estar, de escucharnos, de empatizar y hasta de calmarnos, marca una enorme diferencia.
En el sentido inverso, ver que hay personas que nos confían sus inseguridades preocupaciones, malestares y emociones negativas hace que nos sintamos valorados, comprendiendo que podemos llegar a ser una fuente de apoyo para los demás.
Pueden existir amistades de todo tipo, incondicionales, de salidas y paseos, para el trabajo, para compartir en una determinada etapa de la vida, pero para nuestra dicha, algunas de ellas terminan siendo familia, por el apoyo y la guía que significan, así como las experiencias que compartimos juntos.
Multicubano, ¿has pensado en algunos de tus amigos mientras leías estas líneas? ¿Te has cuestionado cómo habría sido tu vida sin ellos? Déjame saber en comentarios qué tan importante crees que son tus amigos para ti.
4 Comentarios al Artículo:
¿Influyen tus amigos en tu felicidad?
Waooo q lindo mensaje el de este artículo
Gracias Reyna por leernos cada mañana ❤️
Sin dudas con amigos todo es mejor
Lo hacen todo más fácil y llevadero 😍
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