
Muy Sutilmente Mirando Al Futuro
Una de las novias que tuve (pocas, contando, los dedos de una mano sobran) me llevó por primera vez a su casa casi cayendo la noche y ya entrado el apagón. Y aún cuando evitara la palabra «novio» en su frase:
– Éste es Ulises.
El padre se quitó los espejuelos y acomodando el periódico en una rodilla, le contestó mirándome fijo:
– ¿Segura?
No la Tienen
Es frustrante cuando a torso desnudo y con una bermuda anuncio «Voy a botar la basura» y me responde clara y concisa la voz de la razón con nombre de esposa sabedora de lo que dice:
– Ponte alguito que la gente no tiene la culpa.

Declaración
En edades tempranas era una jodienda. Mi fama de avispado líder de la jodedera me ganaba adeptos… y adeptas. Pero eso no quería decir nada. Máxime que en la intimidad, todo ese aire de desenvuelto, se hacía papelito al viento.
Recuerdo en especial una muchachita que logré “acorralar” en la escuela:
- Ah pues que quería hablar contigo –respondí casi al borde de un infarto a su natural inquietud sobre a qué se debía una cita tan apartada e íntima- ¿No se puede hablar contigo, mijita?
Cada vez era mayor el nerviosismo que trataba de guardar en un bolsillo
- Yo desde el día que te conocí me asombró lo linda que eres –su mirada súper alarmada hizo que la tierra se abriera bajo mis pies, pero logré seguir batallando con mis manos sudorosas, el temblor en las rodillas y el hilo de voz que cada vez bajaba más su volumen inexplicablemente.
¡Media hora de monólogo! Mi nerviosismo iba cuesta abajo y observaba apenas con el rabito del ojo, que de alarma, su cara pasó a asombro y poco a poco se dibujaba una sonrisa traciesa en sus ojos. ¡Media hora de auto-tortura que yo no sabía parar hablando sin cesar como si yo mismo quisiera alejar el fin inevitable que como todo en esta vida, llegó:
- ¿Tú me quieres? –fibrilaba yo entero.
Ella miró al amiguito ya inclinándose y sin dejar de sonreír con los ojos
- ¿Eeehhh? –dijo sin poder escuchar la pregunta decisiva.
Tomé aire, me recompuse y salió atropelladamente de mi boca:
- Dicen que están repartiendo torticas en el comedor ¿vamos?
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