
¡Hola Multicubano!
¿Recuerdas aquellas tardes frente al televisor viviendo las aventuras mientras se perdía la noción del tiempo? Esos casi 30 minutos frente al antiguo “Panda” de mi abuela para mí siguen siendo insuperables.
Y hablando ‘como los locos’, justo hace unos días se me ocurrió preguntarle a mima por qué no se deshacía de dicha reliquia que hay en la casa incluso desde antes de mi nacimiento.
¡Ni loca! -me respondió con una cara de angustia y molestia a la vez, de hecho, amenazó con cortar la videollamada si volvía a sugerirle algo parecido-.
Para mis abuelos, los dos nuevos televisores que hay en la casa no tienen nada que envidiarle a ese antiguo Panda. Artefacto que solo sintoniza un canal y no deja distinguir el color rojo del azul.
Quizás sea porque fue un regalo de mi tío, o porque todos sus nietos pasábamos buen rato después de clases viendo las aventuras en aquel televisor de pantalla chica y aspecto robusto.
Merienda en mano y la compañía de mis compinches de la infancia: mis primos. Los cuatro (con las tareas hechas, por supuesto) nos sentábamos religiosamente de lunes a viernes al frente del «TV» para embarcarnos en historias de niños trotamundos, amores adolescentes y misterios por resolver.
Y te digo más, por cosas de la vida, más que familia, fuimos vecinos, a veces ruidosos, a veces amigos, a veces en guerra, pero sobre todo muy reflexivos respecto a las historias de «Los Pequeños Fugitivos» y » El Halcón».
En nuestras sobremesas, tampoco podían faltar los análisis de las hazañas de los «Los Tres Villalobos» -esos personajes que capturaron los corazones de los cubanos tanto dentro como fuera del país-.
También fuimos fieles seguidores de «La Atenea está en San Miguel», con esa nos transportábamos a un mundo lleno de intriga y valentía, donde jóvenes audaces luchaban por recuperar una ánfora griega codiciada por malhechores dispuestos a todo.


Nos sumergimos en el universo de «Los pequeños campeones», con esa hasta papi se enganchó porque giraba alrededor del apasionante béisbol. Esta aventura abordaba la historia de Yosvany, quien a pesar de la tradición familiar no quería ser pelotero, sin embargo, gracias a la tenacidad de su padre (y entrenador) llega a convertirse en un excelente jugador.
Hay una flor que vive en mí… Y si bien pa’ gusto los colores, en mi opinión no existe ni existirá jamás algo como «Mucho Ruido». Puede que en la realidad no, pero en mi mente yo también estuve en ese campamento de verano bailando casino en los 15 de Yaima.
No obstante, como todo en la vida, nuestras aventuras frente al televisor fueron transformándose a medida que crecíamos: las niñas luego nos obsesionamos con las series coreanas y los niños soñaban con ser Bruce Lee, Jackie Chan o protagonizar alguna película de «Rápido y Furioso».
Más de una década después, todavía no logro identificar con exactitud qué tenían esos espacios televisivos que nos embelesaban tanto. ¿Será porque no había Netflix? ¿Será por las historias? ¿La edad? ¿La imaginación?… ¿Quién sabe?
Es más, te tengo una sorpresa si quieres modernizar a tu familia en Cuba -y a tus abuelos- así como yo. Te cuento que en la tienda en línea de Multicuba tienen disponible ahora mismo no uno, sino 3 modelos distintos de televisores.
Elige entre el smart TV Milexus de 32 pulgadas, el Samsung 32″ Class Smart M4500 Series 720P LED HDTV con Wi-fi, el smart TV ultra HD de 55″ o el TLC de 50 pulgadas 4K Smart TV. ¡Hay variedad que no se diga!
Y bueno, multicuban@, antes de despedirme, te invito a que me digas en los comentarios cuál fue tu aventura cubana favorita de niñ@ y si ya estabas al día con nuestras súper ofertas, para verlas mejor…
8 Comentarios al Artículo:
Aventuras, familia y un viejo televisor
Los tiempos de Mucho ruido🥹
Gracias Lili por leernos
Q recuerdos
Tienes razón Daily, las aventuras cubanas marcaron época
Me encantó volver
Gracias Reyna ❤️❤️
Yo amaba esos ratos en familia
❤️❤️❤️
Dejar mi comentario