
¡Hola multicubano!
Antes de que se abriera el servicio a Internet por datos móviles en Cuba, mi abuela era de las que iba religiosamente todas las semanas a un parque wifi cercano para llamarme por IMO. Aquella aplicación tuvo su momento de gloria durante los años 2017 y 18, más o menos.
Con mi mamá hablaba vía correo casi todos los días, pero la charla de fin de semana, a través de videollamada, para mi abuela era sagrada. Casi siempre arrastraba a mi mamá y en aquel espacio que podría ser tan público como lo es un parque, ellas entraban en una burbuja que solo nos tenía a nosotras.
Me torturaba con sus recetas de exquisitos caldos y lo que había caminado buscando el maíz para darles el punto que le gusta. Me contaba las novedades del barrio, la novela que estaba por ver, las ocurrencias de mi abuelo y quería saber cada detalle sobre mi semana con fotos incluidas.
Ahora, y desde hace algún tiempo ya se conecta desde la casa o donde quiera que esté. Activa sus datos móviles y entra a WhatsApp a dejar infinidad de mensajes. Creamos un grupo llamado «La foto de familia» y nos impuso como regla enviar al menos una foto de nuestro quehacer diario.
Somos una especie de corresponsales para informaciones familiares y la directora del medio necesita noticias. Siempre quiere que le enviemos stickers y manda los buenos días tan puntual como canta el gallo al amanecer.


Al principio pensaba que el mundo se quedaba en Facebook y ahora hasta sabe buscar en Google las emisoras de radio cubanas para oírlas en vivo cuando hay juegos de pelota.
Ella y mi abuelo buscan recetas en YouTube y se informan sobre lo que les ocurre a sus amigos en Facebook. No falta tampoco su consumo diario de memes y luego los comparten por el famoso grupo.
En definitiva, el celular también se ha vuelto una extensión del cuerpo de mi abuela, quizás no siempre esté conectada, ni lo use tanto como yo, pero su dosis diaria no le puede faltar para saber sobre la vida de todos sus hijos, nietos, hermanas, amigos y etcétera, etcétera, etcétera.
En busca de hacerla un poco más feliz me propuse enviarle un celular nuevo para que mejorara su experiencia interactuando con nosotros. Escogí uno de los que tiene disponibles actualmente Multicuba y que se ajusta perfectamente a las características de uso que realiza ella.
Así que si tú también tienes pensado sorprender a uno de los tuyos o ya tienes sembrado el bichito para tu próximo regalo a alguien tan cercano y comunicativo, allá en la isla, como lo es mi abuela conmigo, esta oferta creo que te puede interesar.
Echa un vistazo por nuestra tienda online porque ahí encontrarás varios modelos con diferentes precios y características.
Eso sí, no te vayas aún sin dejarme por los comentarios si en tu familia tienes a alguien como mi abuela o eres tú quien necesita estar siempre comunicado con ellos.
4 Comentarios al Artículo:
Un celular para mi abuela
La abuelita Yolanda jjj
Seguramente es muy querida
Las abuelas están escapadas y los nietos las enseñan
Así es Reyna, son la maravilla de la casa
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