
La depresión es un estado emocional que puede estar originado por diferentes causas. En el caso del adolescente no podemos obviar el componente genético o hereditario y mucho menos el factor biológico. Hoy abordaremos un poco las causas sociales, los síntomas y qué hacer para ayudar a un adolescente a salir de la depresión.
Respecto a el ¿qué hacer? es muy importante el manejo adecuado de los padres. De la familia depende la evolución y la mejoría de un adolescente deprimido. Así que, ante esta situación es vital «tomar al toro por los cuernos», hay que resolver el problema, tomar protagonismo, de lo contrario, algo que puede ser resuelto puede tornarse en un problema de marca mayor.
Veamos entonces que nos depara el tema de hoy.
Causas más frecuentes de la depresión en el adolescente
- maltrato infantil
- perdida de la figuras paternas
- baja autoestima
- abusos lascivos
- agresión psicológica y física dentro de la familia
- padres consumidores de drogas o alcohólicos
- padres que rechazan al hijo y descuidan su rol
- falta de afecto y demasiada exigencia
- ser víctimas de bullying
- deficiencia en el aprendizaje
- padecer de alguna enfermedad crónica como cáncer, diabetes, asma
- tener una orientación sexual diferente y ser rechazado por el medio
- tener padres presentes-ausentes
Estas son algunas de las causas sociales por las cuales un adolescente pudiera deprimirse, pero veamos ahora los síntomas y comportamientos más frecuentes en estas edades que pudieran decirte que tu hijo pudiera estar pasando por un episodio depresivo. La tristeza es el principal síntoma de la depresión pero también puede estar acompañada de irritabilidad, agresividad, insomnio, perdida de apetito y desmotivación.

¿ Qué comportamientos que sugieren una depresión en el adolescente? Aquí te mostramos.
- falta de interés por compartir con sus amigos o pariguales.
- querer permanecer todo el tiempo en casa
- dormir muchas horas durante el día.
- dificultad para conciliar el sueño.
- pasar la mayor parte del tiempo encerrado en su cuarto, con ventanas cerradas y a oscuras.
- desmotivación por realizar actividades propias de su edad, como salir con sus amigos.
- tener pensamientos pesimistas o ser negativo la mayoría de las veces.
- tener baja autoestima y expresar que no se siente bien con su imagen o su cuerpo.
- referir que está solo o que su vida esta vacía y sin sentido.
- tener ideas suicidas, querer quitarse la vida
- autoagresión (ejemplo: cortaduras en la piel)
- intentar contra su vida
Estos son algunos de los comportamientos que asumen los adolescentes cuando se encuentran deprimidos. Importante destacar, que estas actitudes deben tener una duración en el tiempo al menos de más de un mes de evolución. De ser aisladas y de poca durabilidad, no estamos en presencia de una depresión.
¿Qué hacer entonces, si te percatas que tu hijo adolescente tiene algunos de estos síntomas y comportamientos? Pues te brindamos varias acciones que puedes tomar:
- Acércate a tu hijo y pregúntale que es lo que le ocurre. Hazlo con un tono suave y con una actitud de apoyo. De no haber una respuesta, trasmítele que puede contar contigo y se afectivo con él.
- Dedícale un tiempo y un espacio para conversar temas de su interés que no sean precisamente de estudio.
- Aumenta su autoestima brindándole afecto, seguridad y refuerzas sus cualidades positivas.
- Busca ayuda especializada y profesional de la salud mental que puedan orientarte y ayudarte en el tratamiento de la depresión
- Disminuir el consumo de video-juegos y de TV y propiciar más tareas y actividad física.
- Invítalo y realiza con tu hijo ejercicios físicos y de relajación, esto lo ayudará a soltar la carga emocional, además de convertirse en una actividad conjunta entre padre e hijo.
- Ponga bajo llave todo material u objeto con lo que pueda autolesionarse.
¡Y lo más importante! Escucha y préstale atención a lo que tiene que decir, no juzgues sin antes saber que es lo que realmente le pasa.
Recuerda que tu hijo siempre te necesita y sobre todo en los momentos más difíciles. No importa el tamaño o la edad, un hijo siempre necesita de sus padres. Sin sobreprotegerlo, conviértete en su mejor ayuda.
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