4 Historias de Amor en San Valentín

Autor: Alexandra Castillo

¡Hola Multicubano!

¡Feliz Día del Amor y la Amistad! Hoy todo es corazones y alegría, nosotros queremos celebrar contigo de una manera muy especial. Todos tenemos una historia de amor legendaria, esa que nos marca y cuando pensamos en ella siempre nos hace sonreir. Pues la propuesta de hoy son 4 historias de amor auténticas, diferentes y lo más importante, reales de nuestro equipo de redacción. Abrimos nuestros corazoncitos para que llegue a tí una parte de cada una. Ajústate los espejuelos si los tienes que vamos a provocar suspiros.

  • Son muchas las veces que me acuesto pensando cómo sucedió nuestro encuentro. No sé si fue casual o programado. Ese detalle se perdió en el tiempo. Recuerdo que conversar era lo que más compartíamos, y aún sonrío recordando cuando tus ojos se fijaban en mí a la hora del té en la Universidad. Eras tan lindo, tan loco y atrevido que no dejamos de compartir ninguna historia. Estuvimos en el Pico Turquino, en la Punta de Maisí y nos bañamos en las frías aguas del río Toa. No hubo concierto prohibido al que no asistiéramos, y sobre todo teníamos una seña: un corazón dibujado en el aire (confieso que aún lo hago, quiero pensar que tú también). Nuestra cercanía era pasional y se extendía por el cuerpo como una brisa, era pura química. Me enseñaste a bailar y hasta estos días conservo lo aprendido. Fuiste mi primer amor, no el mejor, ni el último, pero tienes la primicia de los sentimientos. Por eso siempre me acuerdo de nuestro corazón y te despido con un beso en mis pensamientos. Espero leas esto donde quiera que estés.
  • Empezar a contar una historia de amor y decir que nos conocimos en el paraíso puede sonar un poco cursi, pero en nuestro caso fue así. Estaba en primer año de la universidad y tuve que ir por primera vez a «trabajar al campo». Nunca había estado becada, por lo que la idea de pasar un mes en un campamento en medio de la nada no parecía ser nada atractiva. Los que hayan vivido esta situación entenderán la ironía de que el campamento se llamara «Paraíso», y es que al final terminó siéndolo cuando lo conocí. No importaba el trabajo duro, las malas condiciones, ni que mis amigas no hubieran ido. Allí encontré a un amigo, un confidente, al perfecto compañero de vida. Este año cumplimos 13 años de HABERNOS ELEGIDO. No todo ha sido perfecto, tampoco eso pretendemos. Cada día aprendemos a querernos y decidimos continuar este viaje por la vida juntos. Ya no somos tan jóvenes y la responsabilidad de tener dos hijos a veces pesa. Sin embargo, siempre que el amor sea suficiente, siempre podremos vivir en nuestro pequeño «paraíso».
  • Nuestra historia comenzó de la manera más intrépida y graciosa posible cuando aún estábamos en Cuba. Subiste por la última puerta del P6 camino al Vedado, el arranque impetuoso del chofer con la puerta abierta amenazó tu caída y solo atiné a agarrarte del pulóver. El instinto fue más fuerte que yo, luego del momento pensé: ¡Qué penaaaaa, va a pensar que me falta un tornillo!. Pero ahí estabas tú, con tu mejor sonrisa y esos ojos curiosos ante la pequeña loca que acababa de salvarte de un accidente. Conversamos todo el viaje, casualmente trabajábamos a solo unas cuadras y las fugas para saludarme, acompañarme a una gestión o irnos juntos se hicieron constantes. Fuimos amigos varios meses hasta que caí bajo tu hechizo con ese beso robado en las escaleras de una tienda. No sabía que salvándote ese día me salvabas tú a mí de tantas cosas y encontraba el mejor amigo, el increíble esposo y padre que hoy eres. Son ya 3 años juntos y no hay mejor despertar que no sea contigo y los niños. 
  • Yo encontré el amor, mi amor a los 16 años con mi profesor de Filosofía. Por lo que podrán suponer que me sobraron las personas incrédulas, las sentencias pesimistas y los rechazos de ambas familas. Sin embargo, lo que la mayoría aseguraba que no era amor, para mí no podía ser otra cosa. Estaba más que convencida que era mi momento y que él era la persona ideal, por lo que ni la diferencia de edad y en experiencia de vida fueron suficientes para que en clases y encuentros en la escuela nos descubriéramos, aceptáramos, deslumbráramos y entregáramos en medio de nuestras múltiples diferencias. La fuerza de ese sentimiento que se mantiene vivo 27 años después mostró no sólo que era amor, sino que era el de nuestras vidas.

¿Te robamos un suspirito? ¡Seguro que sí porque el amor es bello en todos sus tipos: a la familia, los hijos, los amigos, la vida! Cada uno es especial y único. ¡Te deseamos que celebres el amor a plenitud y tengas un bello día lleno de romance! Si no recuerdas la locura en la que el amor te hizo caer….es que no has amado. ¡Así que arriésgate y ama!

¿Y tú, cómo conociste al amor de tu vida? ¿Nos cuentas y suspiramos juntos?

 

 

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