
¡Hola multicubano!
Quizás podemos creer que el estrés es un fenómeno exclusivo de los adultos. Sin embargo, los más pequeños de casa también pueden experimentarlo y resulta de vital importancia que ayudemos a nuestros niños a saber manejarlo y afrontarlo.
¿Has pensado alguna vez cómo se siente tu pequeño o pequeña al comenzar en una nueva escuela, tras una mudanza, un viaje o cualquier situación que implique un cambio para ellos?
En todos los casos es probable que estén experimentado un período de estrés, pues la principal causa de estrés en los niños es el afrontamiento a los cambios y a las situaciones nuevas, así sean positivas o negativas.
Por supuesto, las situaciones que representan cambios positivos para ellos, generan un pequeño estrés, que no tiene una gran repercusión en el organismo, es leve y de muy poca duración. Pero los cambios negativos condicionan que el niño se reajuste o se adapte a esa nueva circunstancia, la cual puede resultarle compleja.
Dado que en la vida vamos a estar sometidos a situaciones que generan estrés de manera invariable, queramos o no, no solo se trata de evitarlo, sino de buscar herramientas para enseñarles cómo deben resolver sus problemas.
Es decir, no podemos criar a nuestros pequeños dentro de una burbuja del tipo “todo va a funcionar bien y no te vas a someter a períodos de estrés”. Debemos guiarlo para que aprenda a crear recursos psicológicos que le permitan enfrentarse a esto.


Debe darse cuenta que en la vida va a estar sujeto a cosas nuevas y diferentes, y para ello el adulto puede ayudarlo a desarrollar cierto grado de flexibilidad que le permita responder a todo lo que el medio le ponga por delante.
Es importante que tenga la capacidad, cuando algo le preocupa, cuando algo lo hace sentir triste y cuando algo lo molesta, de comunicarlo, porque es la comunicación y el tener redes de apoyo/ aprendizaje otra herramienta para poder enfrentarse a esas demandas.
Además, no solo es bueno aprender a comunicar sino también a buscar soluciones diferentes y a expresar las emociones de una manera natural, sin reprimirlas. Debemos tener en cuenta que los niños pueden estar tristes y demostrarlo de maneras diferentes, con rabia, irritabilidad o hiperactividad.
Aquí el adulto debe enseñar a canalizar esas emociones de manera adecuada, si están tristes es normal que lloremos, porque es lo que hace que soltemos; pues si sacamos fuera las emociones de una manera adecuada el estrés disminuye.
Ahora, si consideras que tu niño o niña está estresado/a y no sabes exactamente cómo ayudarlo/a, te invito a que consultes la situación con nuestra psicóloga Liz Cabañas en las citas de apoyo emocional de Multicuba. Siempre desde la comodidad de tu hogar y con total confidencialidad.
Déjame saber en la sección de los comentarios qué te ha parecido este artículo y si estabas familiarizado/a con el tema.
4 Comentarios al Artículo:
Los niños y el estrés
Un artículo muy necesario
Gracias Reyna ❤️
Para todos aquellos que piensan que el estrés es exclusivo de la vida de los adultos va este artículo cuida la salud mental de tus niños
Si queremos tener adultos sanos en el futuro debemos cuidar la educación y salud mental de nuestros pequeños ❤️
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