‘Contigo no se queda bien’, ‘No es fácil complacerte’, ‘¿Qué más quieres de mí?’, ‘Tú lo que estás es loca’…

Me atrevo a decir que a más de una -más de una vez- nos han hecho alguno de estos reclamos. Reclamos que estereotipan a la mujer como inconforme y con una disposición constante para discutir o ‘buscar problemas’.

Entonces, ¿qué es lo que realmente hace feliz a una mujer? ¿Existen secretos detrás de la felicidad femenina? No te despegues de tu pantalla porque en este artículo, analizamos cómo estimular las hormonas de la felicidad en la mujer.

Para empezar, como no es tan frecuente el tema de dichas hormonas; déjame presentártelas: serotonina, endorfina, dopamina y oxitocina. Se dice que cada una funciona de manera diferente (tanto en hombres como en mujeres o hasta dependiendo de la edad), que su activación genera bienestar, mejora la productividad y el desempeño en las actividades cotidianas

Son fundamentales en la regulación del estado de ánimo, la sensación de placer, la vinculación con otros e incluso el alivio del dolor. De manera tal que; si se estimulan de forma adecuada, la sensación de felicidad aumenta.

•  Las endorfinas: los mejores analgésicos de la naturaleza

Su función más importante radica en aliviar el dolor, paliar el impacto del sufrimiento y regalarnos sensaciones de realización cuando llevamos a cabo conductas que el cerebro interpreta como adecuadas.

Producirlas depende de llevar a cabo actividades y tareas que nuestro cerebro interpreta como positivas. Por ejemplo: salir a caminar cada día, escuchar música, bailar, aprender cosas nuevas, compartir instantes con amigos, abrazar a quien amamos o incluso comer chocolate.

• Serotonina, mediadora del bienestar

La serotonina es esa hormona que, además de producirse en nuestra cabeza, abunda en el sistema digestivo. Además de favorecer el estado de ánimo, cumple funciones esenciales como favorecer el apetito. Es responsable también de estimular las partes del cerebro que controlan el sueño y la vigilia.

También es esencial para reducir los mecanismos de la ansiedad y la depresión, incluso gracias a ella, disfrutamos también de las relaciones sexuales.

Podemos mediar en su producción consumiendo alimentos como chocolate negro, avena, semillas de girasol, salmón, huevos y garbanzos.  (Ahora ya sabes qué alimentos enviarles a las mujeres de tu familia en Cuba cuando quieras darle una inyección de serotonina…)

Si tienes pareja, es recomendable fomentar la gratitud y la apreciación en la relación. Expresarle/ demostrarle amor y reconocimiento, así como compartir momentos de alegría, pueden aumentar la liberación de serotonina y fortalecer el vínculo emocional.

• Dopamina, impulsora de la motivación

La dopamina tiene una función importante en tareas asociadas a la motivación y la recompensa. Esta molécula es decisiva en nuestro comportamiento, de forma que un déficit o bien una superproducción de este componente neuroquímico puede alterarnos de múltiples formas. Un ejemplo: una liberación excesiva se relaciona con la esquizofrenia.

Sus principales funciones son activar la sensación de placer anticipatorio. Es decir, sentirnos motivados hacia algo solo con pensar lo que puede ofrecernos ese objetivo. Induce nuestra toma de decisiones, favorece el aprendizaje, la memoria e impulsa la curiosidad y la motivación intrínseca, así como la creatividad.