
¡Hola multicubano!
A lo largo de nuestra vida académica (que en Cuba se organiza desde primaria, secundaria, técnica, media superior, hasta superior) nos encontramos con muchos maestros, cada uno de ellos con un perfil muy específico y totalmente diferentes entre sí.
Hay profesores más abnegados, más mayores, más jóvenes, profesores que nos inspiran o que son demasiado estrictos, pero que en definitiva guían nuestra vida más allá de la academia. Es por eso que definir su significado no podría reducirse a «persona que se dedica profesionalmente a la enseñanza”.
Si bien suena acertado y conciso, también es demasiado frío y no hace justicia al papel de los profesores que nos acompañan durante las décadas que dura el proceso académico.
¿Cómo habría sido nuestra vida sin ellos? Unos nos gustarán más y otros nos gustarán menos, tanto por el apartado de relación personal como por como imparten sus clases.
Durante los primeros años de enseñanza: la primaria, la mayoría de los estudiantes tienen dos profesores o profesoras. Uno/a que los acompaña en preescolar y otro/a que los acompaña de primero a sexto grado. En mi memoria casi todas las que conozco, que trabajan esta etapa son mujeres.
Cargan con la paciencia que no hay en otro sitio, conocen a sus estudiantes al dedillo, los cambian de asiento para que se apoyen en los más aventajados, no se distraigan con los más indisciplinados o como les resulte interesante. Siempre multifacéticas, impartiendo todas las asignaturas excepto educación física, informática y artística.
Montan matutinos, decoran el aula y los murales, se ‘desplayan’ en las reuniones de padres, organizan actividades de curso e impulsan a sus estudiantes durante años fundamentales de su niñez.


La secundaria ya tiene profesores diferentes para cada asignatura, ahí como en el pre, es más fácil identificar ese profesor que parece colega, se lleva muy bien con sus estudiantes, como si dominara sus tendencias y jergas.
También está el profe que parece un sargento, ese impone disciplina sí o sí. El maestro historiador, el que siempre cuenta las mil experiencias de su vida; al que menos caso le hacen. Me acuerdo incluso del profesor merolico, que vende algo todos los días… y seguramente ya estés recordando los rostros que conociste tú.
Cada uno de nuestros docentes dejó huella en la memoria que hoy rescatamos. Sin duda alguna, admiramos muchísimo a esos que a pesar de las circunstancias, lograban adaptarse e inspirarnos, a los que traían los mejores ejercicios a clase y eran creativos, los que observaban nuestros problemas y ofrecían alguna ruta resolutiva…
…esos que nos llevaron a reflexionar, a despertar la curiosidad, a defender nuestras opiniones, reconocer los errores propios y ajenos, a ser tolerantes y solidarios con nuestros compañeros.
Las personas que se dedican profesionalmente a la enseñanza tiene una responsabilidad altísima. Resulta tan crucial lo que aprendemos de ellos mientras habitamos bajo su enseñanza, que no deben verse como un sector más, sino como guías fundamentales de las personas que llegamos a ser mientras crecemos.
Y como decía una profesora que recuerdo con mucho cariño: «aquí pagan justos por pecadores», así que -¡muchas felicidades en su día queridos docentes!-.
4 Comentarios al Artículo:
Feliz día del educador
Felicidades para todos los educadores en su día
Muchas felicidades 🍾🎊
Bello homenaje
Gracias Daily ❤️
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