Hablemos sobre la anorgasmia

Autor: Mar Santiesteban

Dicen que el placer, los calambres, y el sudor frío son tan intensos que perder la conciencia sobre ti misma, a veces, es inevitable

Nunca pensé que sería una de esas mujeres, una de las que nunca habían experimentado un orgasmo. Al principio, pensé que era normal, ya sabes, «las primeras veces», no conocer lo suficientemente bien mi cuerpo, quizás mi pareja no era la adecuada.

Pero la realidad es que con el tiempo, mi deseo de experimentar ese placer se convirtió en una obsesión, y la frustración se hizo cada vez más grande. Fue un proceso complicado que me llevó a conocer que la anorgasmia no era solo un problema mío, sino una realidad que afecta a muchísimas personas.

¿Anorgasmia, eso qué es? Mientras más investigaba, más me daba cuenta de que todo no era en blanco y negro y que esa palabrita se trataba tanto de la dificultad para experimentar el orgasmo, como una disminución de la intensidad de las sensaciones orgásmicas después de una fase de excitación sexual.

Descubrí que en algunos casos la mujer puede alcanzar el orgasmo mediante la estimulación del clítoris, casi siempre gracias a la masturbación, pues no logra alcanzarlo solo con la penetración en el acto sexual. En casos más serios, no se logra el orgasmo, independientemente del tipo de estimulación.

Tras comenzar mi camino de aceptación, me aventuré a conocer a las historias de decenas de mujeres (y hombres) que como yo, sufrían de lo mismo; dígase por causas orgánicas, psicológicas o socioculturales.

Muchas comenzaron a experimentar la anorgasmia después de un embarazo o tras haber sufrido un traumatismo en la zona genital. Eso debido a que los músculos vaginales se han dañado o debilitado, por lo que dejan de producir las contracciones rítmicas que estimulan el orgasmo.

Algunas, lo padecen por razones médicas; lo que significa que fueron recetadas con fármacos contra la depresión o antihipertensivos, por ejemplo, que pueden causar problemas en las relaciones sexuales.

El primer paso para tratarla es saber identificarla.

No obstante, algo que me marcó fue saber que en pleno siglo XXI muchas chicas son víctimas todavía de una educación sexual represiva. Durante décadas, el placer femenino fue relegado a un segundo plano, por lo que miles de mujeres han sido educadas con la idea de que no es bueno disfrutar plenamente de su sexualidad.

Como resultado, en el coito experimentan vergüenza y sentimientos de culpa, los cuales terminan inhibiendo el orgasmo. Se trata de mujeres que ni siquiera se han autoexplorado a sí mismas.

Aprendí también que muy pocas mujeres experimentan el orgasmo exclusivamente a través de la penetración vaginal, la mayoría necesita recurrir a la estimulación externa o una combinación de ambas (interna y externa; penetración junto con estimulación del clítoris, por ejemplo).

¿Qué dicen los especialistas? Pues que detrás de la anorgasmia se puede encontrar una práctica sexual insatisfactoria, a menudo marcada por las prisas y la falta de comunicación en la pareja. Las cosas deben hablarse, conversaciones incómodas, generan vínculos más sólidos.

Los médicos además dicen que los juguetes eróticos pueden ser un arma de doble filo. Te cuento: si los usas bien, pueden llevarte a disfrutar mejores orgasmos. Pero ojo, también pueden hacer que te acostumbres a ellos y los veas como la única forma de sentir. En resumen, no proporcionan una solución permanente para superar la anorgasmia.

En mi viaje de descubrimiento supe que además existe la anorgasmia masculina y que en los hombres este problema se relaciona a las eyaculaciones. En esta dificultad, la ausencia del orgasmo se corresponde con una falta de eyaculación en la mayoría de casos.

Decir que estaba asombrada con todos estos datos es quedarme corta, durante mucho tiempo pensé que ser anorgásmica era mi cruz y castigo y alcanzar el placer del que hablaban mis amigas iba a ser imposible.

Tras revisar muchas páginas en Internet, revistas y cuanta bibliografía pude, di con que existen terapias de pareja, individuales y hasta el uso de la hinopsis para tratarla. Sin embargo, la vergüenza o quizás mis propias limitaciones personales me impidieron buscar ayuda.

Años después, toqué fondo y me convencí de hacerlo online.  Las consultas de ayuda psicológica de Multicuba, fueron mi salvación (y la de mi marido). La confidencialidad y el hecho de ser gratuitas me tentaron, pero poder hacerlo desde mi dispositivo móvil me hizo tomar la decisión.

Mi vida, mi mentalidad, mi sexualidad y una gran parte de mí cambió para siempre. Y de hecho, por si no lo sabías con la Doctora Liz Cabañas puedes aprender a manejar no solo esta sino cualquier otra situación de la vida ¡Te lo garantizo!

Por último y no menos importante, me gustaría que me contaras en los comentarios tu opinión sobre el tema y que compartieras este artículo con quien creas que lo pueda necesitar.

¿Por qué multicubano?
¡Ahh, te explico enseguida!

Prestamos múltiples servicios con destino Cuba, y quienes lo utilizan son cubanos esparcidos por diferentes lugares, cubanos en múltiples lugares…
MULTICUBANOS!

¡ ¡ UFF, LO SIENTO ¿ ¿
vuelve a intentarlo
¡ GRACIAS POR ¡ REGISTRARTE
ya formas parte de nuestra Pandilla de amigos
multicubanos
Para continuar debes revisar tu correo y validar tu cuenta
continuar con redes sociales
¡Tú que me lees!
suscríbete
Y forma parte de nuestra
Pandilla de amigos