¡Buenos días multicubano!

Hoy bien podría llenarte este artículo de estereotipos, contarte las diferencias entre hombres y mujeres e incluso hablarte sobre cómo percibo al sexo masculino, pues es 19 de noviembre Día Internacional del Hombre, ¡y sí!, en rosa, pero sin conflicto.

Ponernos de acuerdo entre las nociones que tenemos unos de otros, puede ser algo polémico. A las mujeres nos encanta decir: “les cuesta hacer varias tareas al mismo tiempo”, “son más infieles”, o, “le tienen miedo al compromiso”.

A los hombres por su parte, los he escuchado comentar: “nos gusta que sean seguras de sí mismas”, “necesitamos que nos valoren”, y “si no dicen lo que desean, jamás lo sabremos”.

Seguramente también hayas pensado que a los hombres les cuesta más expresar sus sentimientos, son muy competitivos, no soportan las discusiones o que la amistad con el sexo opuesto no es su fuerte, pero cada una de esas ideas bien nos pegaría a cualquiera.

Si bien muchas conductas patriarcales han sido normalizadas a lo largo de la historia y forman parte de nuestra cultura cotidiana, la mayoría de estos comportamientos son resultado de cómo nos educaron.

En esencia, si deseamos un mundo con mayor equidad debemos dejar de repetir estos estereotipos y patrones machistas, como por ejemplo: “los hombres no lloran”, “deben ganar más”, “ser quien seduce a la pareja y paga las cuentas”.

Recuerdo incluso la primera vez que escuché que había un día marcado en el calendario para ellos, fue de varios amigos míos que decían: “con que nuestro día a nadie le importa”, y es que ciertamente no es una celebración tan reconocida a nivel mundial como puede llegar a ser el día de la mujer.

Al igual que otras celebraciones de este tipo, la fecha busca promover modelos masculinos positivos y más normalizados, definir los problemas de salud que afectan a los hombres y mejorar las relaciones de género.