
Ella: “Durante mucho tiempo planeamos esta oportunidad. Mi esposo volaba a las 6:30 pm rumbo Miami… el sueño realizado que deja atrás una estela de añoranza. Creí estar preparada para ello, sabía que sería difícil, pero no lo asumí hasta que el avión despegó y fueron pasando los días. El insomnio me ganó, el abrazo se convirtió en necesidad y la esperanza se volvió una cuenta regresiva de esas que no sabes cuándo llegará al cero”.
Cada año, cada mes, cada día, miles de parejas en el mundo tienen que despedirse durante un tiempo impredecible y aprender a vivir separados.
La primera pausa del 2024 dedica su espacio a esas personas que de un lado o del otro luchan por mantener una relación saludable y satisfactoria desde diferentes lares. Los vínculos de parejas pueden ser generadores de las mayores situaciones de placer y de displacer; por ello son bien complejos.
Si a esta realidad le añadimos: cambios, esperas, angustia, inseguridad y tristeza -sentimientos que se viven con frecuencia en una relación a distancia-, entonces sin dudas, mantenerla funcional es un gran reto. Reto que a su vez presupone la existencia de muchos factores positivos que la fortalezcan.
El regalo de hoy de ‘Hagamos una pausa’ se trata precisamente de herramientas a tener en cuenta para que pueda funcionar adecuadamente la relación cuando uno de los miembros ha emigrado:
- Resulta fundamental que la misma esté bien fortalecida previamente, que el proyecto de emigración sea mutuo, que exista una adecuada resolución de conflictos y el sentimiento de amor entre ambos como condición imprescindible. La salud previa de una relación es garantía de éxitos en este período.
- Establecer una comunicación adecuada, abierta, sincera y regular. Esto no es para nada un mito, existen investigaciones que afirman que muchas relaciones a distancia experimentan mayor satisfacción con la comunicación que las cercanas.
- El vínculo debe basarse en el respeto, la confianza y el apoyo mutuo. Dejarse llevar por la inseguridad, lacera la tan necesaria autoestima, adecuada para esta etapa. Es saludable evitar conductas de suspicacia y supervisión.
- Entender y aceptar los cambios y las dinámicas diferentes; que van desde estilos de vida de ambos hasta características personales. El tiempo separados, vivir en otra cultura o realidad modifica patrones que muchas veces resultan incomprensibles para la otra parte.
- La relación más que nunca debe mantener su interdependencia, no es momento de poner la vida en pausa, ni enfocarse solo en la pareja. Es una oportunidad que lleva de ambos lados crecimiento individual y como dúo. La existencia de metas, objetivos personales y colectivos son necesarias.


- Regular y expresar adecuadamente las emociones negativas y positivas que lleva este proceso. Que cada miembro pueda conservar la capacidad de ser auténtico ayuda a que se viva más feliz la relación, pues muchas veces en pos de hacer sentir bien a la otra parte, se pierde la asertividad que tanta satisfacción genera.
- Defender el espacio para pasar tiempo de calidad en pareja, realizar actividades en conjunto, ver películas, realizar debates habituales sobre otros temas, hacer ejercicios, prepararse sorpresas etc…
- Mantener viva la sexualidad, la intimidad y el erotismo con características diferentes a las tradicionales. Deben ingeniárselas para ser más creativos y originales aunque haya una pantalla de por medio.
Él: “Bajo la escalerilla, atravieso la puerta, me esperan la algarabía de los amigos, los globos y la fiesta sorpresa. Han pasado pocas horas y ya siento que me falta algo. Al amanecer, el café huele muy rico pero la taza me queda grande sin compartirla contigo, se siente raro. Quiero contártelo todo sin escapar un detalle, pero ya tengo un instrumento de trabajo en mano. Un día tras otro y la añoranza por volverte a ver no merma. Lucho porque el tiempo de comunicación sea provechoso, romántico, esperanzador. Oculto mis lágrimas, mi miedo a que no funcione, la autopresión de hacer lo que sea para ser suficiente. Mi calendario mental solo se enfoca en echar días pa‘ atrás hasta el tan ansiado 365+1”.
Pues sí, se vive tanto aquí como allá, la ruptura de nuestros hábitos y la ausencia física de esa persona que es mi estabilidad, mi equilibrio se percibe como un ‘stand by’. Tener una relación cuando uno de los miembros ha emigrado no puede ser una lucha de poderes o de víctimas y culpables. Es entender que el equipo sigue teniendo la misma camiseta aunque jueguen diferentes partidos.
La pausa: para todos aquellos que lo han vivido, lo viven y la certeza de que es posible…
Multicubano/a, así llegamos al final del artículo de hoy; no sin antes recordarte que si tú (o alguien cercano) estás lidiando con esta situación, no tienes que hacerlo solo/a…
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2 Comentarios al Artículo:
Relaciones funcionales a distancia
Muy necesario este artículo
Todo un reto las relaciones a distancia
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