¡Hola multicubano!

Los niños, la escuela, el trabajo, la familia, los mandaos’ y cualquier situación que se presente – todo eso junto- no vence a una madre cubana. De todas y cada una son amas y señoras porque siempre resuelven y dominan el terreno. Y sí, dicen que madre solo hay una, pero como las madres cubanas, ponle el cuño que no hay ninguna.

Independientemente de los rasgos comunes que puedan tener ellas alrededor del mundo, las de Cuba tienen un no sé qué/ que sé yo que las hace únicas e inigualables. ¿Cómo así? Mantente leyendo hasta el final que esto se pone bueno.

Para empezar, una madre cubana se quita lo suyo para dárselo a sus hijos. No tiene nada de ella, todo es primero de sus pequeños (así sean adultos) y si es necesario no comprarse algo para sí misma con tal de que a sus hijos no les falte nada, eso no se piensa dos veces.

La tendencia de mamá gallina (por lo de tener al pollo bajo el ala) la tiene bien ganada. No le importa si tienes 8, 15 o 27 años, como si los hijos son unos ‘sangaletones’, siempre que pueda lo guardará bajo su saya, será su niño/a y querrá darle lo mejor, aliviarle sus cargas y tenerlo/as lo más cerca posible.

Puede parecer controladora ¿y qué? ¿le vas a refutar? Mchhh… si ella lo considera necesario, te llamará cada cinco minutos porque está preocupada, porque tiene que saber dónde estás, con quién, a qué hora llegarás, si ya comiste…

Otra cosa; su carácter sobrepasa cualquier fortaleza. Se pueden meter con ella, pero nunca con sus hijos, si alguien los toca, sale la fiera y demuestra que con los suyos nadie se mete. Hasta mi mamá que nunca ha sido guapa, de eso no tengo la menor duda.

Siempre sabe qué decir, ella tiene la última palabra en una discusión, pero también tiene las palabras correctas cuando tenemos algún problema y la necesitamos. Creo que solo de contarle nuestra carga a mamá, se siente más ligero el problema.