Una pausa para celebrar la amistad

Autor: Dra. Liz Cabañas

 Creo en tu sonrisa, ventana abierta a tu ser. Creo en tu mirada, espejo de tu honestidad.
En tus lágrimas, signo del compartir alegrías y tristezas.
En tu mano siempre extendida para dar o recibir.
Creo en tu abrazo, acogida sincera de tu corazón.
En tu palabra, expresión de lo que quieres y esperas.
Creo en ti, amigo, así, simplemente, en la elocuencia del silencio.

¡Hola Multicubano!

Un amigo es creer y querer, más allá de empatía y complicidad. Mucho más que compatibilidad, es una conexión genuina que experimentamos cuando a través de los diversos caminos de la vida, alguien llega para quedarse. Alguien que elegimos y en ocasiones no sabemos ni por qué, no tiene que ser perfecto, no tiene que parecerse a nosotros, ni compartir los mismos puntos de vista.

Puede vivir a su estilo, ser más o menos sensato o elocuente, puede que no esté de acuerdo con nuestras decisiones, ni nosotros con las suyas; pero algo más allá en nuestra relación nos genera ese equilibrio y bienestar que una relación de amistad verdadera y profunda nos suele ofrecer.

En estas semanas de cierre y celebraciones, con la energía del verano tocando las puertas, el Día de la Amistad, se robó toda la atención de la edición mensual de Hagamos una pausa. Definitivamente es un tema al cuál ya le debíamos un articulazo. Así que, cuidadito con dejar de leer, que te propongo un cierre con broche de oro y en el camino descubrirás por qué la amistad es una cura para el alma.

Los amigos son tan necesarios en nuestras vidas, tanto como la familia.

Hacer amigos es un proceso que iniciamos desde que somos seres sociales activos, en ocasiones ocurre de manera intencionada y en otras nos sorprende. En cada etapa de nuestras vidas estos vínculos tan singulares tienen características distintas. Lo cierto es que, ya sea para compartir: un juego de roles, una merienda en la infancia, una decisión amorosa, una fiesta en la playa, una situación de enfermedad o una pérdida, el efecto emocional del apoyo de un amigo es el mismo. Es un sentimiento que podemos experimentar desde peques hasta el último día de nuestras vidas con la misma satisfacción e intensidad.

Tener amigos es atracar en un puerto seguro que nos hace sentir que somos valiosos, importantes para otras personas más allá de nuestra familia, que nos ayuda a meditar, reestructurar nuestras ideas. Un buen amigo puede pasar de ser la conciencia de Pepe Grillo a ser toda una explosión de espontaneidad y frenesí, porque su valor está en identificar lo que necesitamos en cada momento.

Es la dosis exacta de apoyo y estimulación: ¡Te entiendo y te cuido pero vamos por ello! El tiempo de contacto es de calidad y genera el bienestar de la aceptación que protege nuestra autoestima: no necesitamos filtros con nuestros amigos, podemos ser totalmente auténticos y vulnerables ante ellos.

Y por si fuera poco lo mejor de esta alianza es la reciprocidad, porque somos capaces de sentir la misma paz y realización cuando recibimos que cuando damos. Saber ser amigo es psicológicamente tan sanador como contar con ellos. No sé si son muchos o pocos los que tengo, solo sé que son suficientes y que mi corazón está siempre abierto a la amistad renovada.

Vivir la vida y aceptar el reto, recuperar la risa,  bajar la guardia y extender las manos, desplegar las alas e intentar de nuevo, son las ventajas de que existas amigo mío, de que estés, de que conozcas nuestras luchas y de que, a veces, una palabra amable o una presencia silenciosa pueda transformar nuestros días. En un mundo que a menudo corre demasiado rápido, detenerse a cultivar relaciones sinceras nos recuerda que somos seres diseñados para acompañarnos y crecer juntos.

Te invito a valorar esas relaciones que te hacen sentir vivo, a agradecer a quienes están a tu lado y a recordar que, en la sencillez de un gesto o en la escucha atenta muchas veces reside la magia. Finalmente, llena de sabiduría confirmo que, no son los años ni las posesiones los que definen nuestra felicidad, sino las huellas que dejan en nuestro corazón quienes nos acompañan en el camino.

Feliz día a todos los amigos de Multicuba les desea el equipo de nuestro Blog, con la esperanza de haber cultivado en ustedes suficiente amor para que sean de los que se quedan, como dirían en los cuentos de hadas: para siempre.

 

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