“Café por cerveza un domingo de noviembre.”
Y cualquier domingo de noviembre me pasaré por donde sé que estás y hablaremos de algo. O quizás solo nos quedemos callados mirándonos. No sabré que decirte con las palabras, pero sin dudas mi alma te lo dirá todo. Será un domingo diferente, de esos que te roban suspiros. Tú te preguntarás por que he ido a verte, quizás la respuesta demores algún tiempo en recibirla. Aunque pensándolo bien, un derroche de asertividad puede llevarme a decirte sin tapujos: quiero tenerlo todo contigo. Me mirarás de forma extraña como todo hombre amenazado por la sinceridad de una mujer. Pensarás que soy liviana o ligera, cómo es posible? hemos cruzado apenas dos palabras mientras me servías un aperitivo y un café en el bar donde trabajas. Entonces es muy probable que esto nos tome algo de tiempo, pasarán muchos domingos, algunos noviembres y unos cuántos cafés. Hasta que finalmente nos demos cuenta de que estamos hechos el uno para el otro y hasta cambiemos el café por una cerveza.
Vivi
