“La mitad del pedido”
Perdí a mi bebé con 15 semanas y me sorprende cómo hay tanta insensibilidad, se piensan que perder un embarazo de poco tiempo no es tan importante, que todo pasará así de rápido. El dolor me consumió por semanas y no podía ver una embarazada pues me deprimía más. Pude entre tanto pesar refugiarme en la lectura y la escritura y le dediqué este poema a mi bebé.
Fue irrevocablemente mío, y aún así su destino ya estaba escrito.
Era solo una uva y lo añoraba nacido.
Lo acunaba en mi viente, lo mecía en el nido que a las diez de un buen día se encontraba vacío.
No me digas que es fácil… No nació, no está vivo.
Fue la tonta cigüeña, a quien odio y maldigo, la tonta que solo trajo, la mitad del pedido.